Presentado en Pereira, 14 de noviembre: Seminario
itinerante las enseñanzas de los analistas: Los
efectos del Discurso.
“Mejor pues que
renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su époc… Que
conozca bien la espira a la que su época lo arrastra en la obra continuada de
Babel, y que sepa su función de intérprete en la discordia de los lenguajes”
Función y campo de la palabra y del
lenguaje en psicoanálisis. Discurso de Roma 1953
“Un
gran número de efectos psicológicos, sin embargo, están referidos, en nuestra opinión, a una declinación
social de la imago paterna. Declinación condicionada por
el retorno al individuo de efectos extremos del progreso
social… Cualquiera que sea el futuro, esta declinación
constituye una crisis psicológica…Como quiera que sea, las formas de neurosis
predominantes en fines del siglo pasado son las que revelaron que dependían en
forma estrecha de las condiciones de la familia….Nuestra
experiencia nos lleva
a ubicar su determinación principal en la personalidad del padre, carente
siempre de algún
modo, ausente, humillada, dividida o postiza”. Lacan Los complejos familiares en la formación del
individuo. 1938. Otros escritos P. 61
Si el psicoanálisis es el campo de una ética
que incluye el goce, el analista como lo dice Lacan es quien puede interpretar
la lengua del goce, y me pregunto
entonces si las neurosis, o más bien los fenómenos que vemos en este inicio de
siglo tienen que ver con eso que le vuelve al sujeto, lo que retorna a él, de los efectos extremos
del progreso social, diríamos, del discurso actual. Estoy tomando una cita de
1938, del joven Lacan aventurándose en
el universo del psicoanálisis pero
puntuando aspectos que pienso son susceptibles de interrogar lo que pasa en
nuestra actualidad, pues ubica tempranamente como crisis psicológica, eso que
de lo real vuelve al sujeto sin ser simbolizado por la carencia del padre, que nombra como crisis y sabemos que es catastrófico. Lacan Señala
que las neurosis, las grandes neurosis de finales del siglo XIX
tenían esta impronta, dependían de la estructura familiar y aunque sin decir cuales son los
efectos ni la forma de dicha crisis ésta tiene que ver con la
declinación del padre. No se puede leer
esto y que pase desapercibido. Por eso coloco las dos citas juntas pues el
analista no puede ser indiferente a esa lengua del goce que se habla en su
época, época que en nuestro caso ya no se anuncia la declinación del padre, más
bien asistimos a su caída casi total, y
somos entonces llamados a decir algo. Yo no voy a interpretar nuestra época,
solo voy a tratar de ubicar algunas reflexiones sobre la infancia y a la
adolescencia, es decir sobre las subjetividades del inicio de siglo XXI bajo el
horizonte de estas referencias, el goce de la época y la declinación del padre.
Si bien infancia y adolescencia no son categorías
psicoanalíticas, pues niños y adolescentes en el dispositivo analítico son un
sujeto cabal, voy a tratar de ubicar las coordenadas esenciales del
advenimiento subjetivo y de los pasajes específicos que tiene el sujeto en la
vía de su organización y cómo estos coinciden con los periodos infantiles y
adolescentes, pero más que hacer una exposición sobre los temas freudianos de
la sexualidad me voy a centrar en lo que
es la pregunta por los efectos que tiene en la subjetividad de algunos niños el
discurso actual.
¿Qué es un niño?
Freud ubica como eje central de la vida infantil el complejo de
Edipo en cuyo resorte tenemos la castración. Sabemos que el complejo de Edipo
no está aislado de las vivencias sexuales de la infancia pues uno y otras son
correlativas, de modo que la sexualidad para el humano es estructurante puesto
que se juega en la relación con el Deseo de la Madre y la Ley del Padre.
La infancia entonces no es solo un momento evolutivo en relación a
la edad sino más bien un momento lógico de organización simbólica donde se pone
en juego el sujeto con su cuerpo y el empuje pulsional que este abriga, más el hecho de estar sujetado
al deseo del otro; yo creo que es claro
el énfasis de Freud al nombrar tempranamente el lugar de los padres en el
devenir subjetivo. La infancia no como categoría sino como momento lógico de
construcción subjetiva es entonces fundamental en la reflexión que les
propongo, pues insisto el sujeto queda preso de lo que ocurre en la
subjetividad de los padres, lo que Freud
llamará el Edipo , es una estructura no
de tres sino de cuatro, el deseo de la madre, el nombre del padre el sujeto y el significante que nombra el deseo,
el significante fálico. El padre en este
primer momento, o mejor, La función del
Padre es señalada por Lacan como determinante, pues nombra el deseo de la
madre, como algo por fuera del niño mismo, y en este sentido tiene también función
separadora, en cuanto apunta a un deseo más allá, deseo ligado a una ley en la
que el niño debe inscribirse para ser su heredero.
Para Freud en la pubertad hay un nuevo
despertar de la sexualidad, momento segundo antecedido por el apaciguamiento de la latencia, periodo en el
que el aun niño tramita el exceso de goce de la sexualidad infantil, y que en
la pubertad reaparece como segunda
fuerza en el momento en la que las
convulsiones de los cambios fisiológicos ponen en el centro de la vida
subjetiva nuevamente el asunto sexual; en esta segunda emergencia los padres de
la infancia porque han sido tramitados son destituidos y el adolescente con un
cuerpo nuevo y completamente sexual, pues fisiológicamente tiene como evacuar
el goce que se impone, tiene un saber sobre lo que en la infancia quedaba
velado, el saber del coito y del orificio vaginal específicamente dice Freud,
sin embargo hace falta el encuentro con el otro del sexo para que algo de este despertar emerja bajo
las formas de la sexualidad genital.
La
pubertad da cuenta de un empuje que podríamos pensar como lo real de la
sexualidad, pero dicho empuje no es sin estar enmarcado por el lenguaje, de
modo que cada uno se las arreglara con este florecimiento, y posiblemente lo que se llama adolescencia es una forma de
tramite de lo real del cuerpo. En este segundo momento entonces el sujeto
verifica su posición sexuada, pero esta la realiza esencialmente con las
palabras, las novelas y las fantasías construidas a partir lo sexual al cual se le coloca un marco de lenguaje y
procura un sentido a entonces eso que es
siempre enigmático para el sujeto, las
palabras de los iguales, las historias, los cuentos referidos al sexo y a la
sexualidad que Lacan dirá haciendo alusión “Al despertar de la primavera” que
no se daría sin el despertar de sus sueños, es decir de lo que se organiza
simbólicamente alrededor de lo real de la pulsión que se impone.
En “El despertar de la primavera” de Wedekind,
al que tanto Freud como Lacan aluden para hablar de esto que se organiza en el
tiempo posterior a la latencia, el autor
liga en la adolescencia tanto el despertar
sexual y lo que él trae aparejado de goce y placer sexual, con la reproducción y la muerte. En el texto se
describe de forma maravillosa el despertar sexual de los jóvenes hombres y mujeres con las preguntas, las intrigas y las teorías que tejen unos y otros, las
astucias de los adultos que intentan retrasar el momento del saber sobre lo
sexual, y que disfrazan mojigatamente lo que ellos descubren por el sentir de
sus cuerpos y por las tertulias y deducciones que aportan sus amigos…dos
jóvenes mueren en la obra: uno se suicida luego de tener la descripción de lo
que pasa en el acto sexual por un o de sus compañeros y la otra se muere a
causa de los abortivos que le suministran confundiendo la sintomatología de la
enfermedad con un embarazo, muerte y despertar sexual ligados de forma muy
bonita en un texto que sin duda amerita un comentario mucho más profundo, pero
que solamente menciono para apuntar lo que tiene de decisivo en la organización
subjetiva este tiempo que llamamos adolescencia.
Entonces si nos hiciéramos también la
pregunta qué es un adolescente, podríamos decir que es la manera como un sujeto
resuelve parte de lo que es el empuje real de lo sexual que es lo que llamamos
pubertad, empuje que está acompañado igualmente de unos cambios específicos en
cuanto a los caracteres secundarios de la sexualidad, el cuadro no completo pero aproximado sería: padres de la infancia destituidos, emergencia de lo real del sexo, cuerpo pulsional y la modificación de la imagen del cuerpo,
suficiente entonces para hacer de este segundo momento lógico, un momento de
convulsiones y de movimientos que pueden hacer tambalear los amarres del
sujeto.
El discurso actual, ¿de qué lazos se trata?
Sabemos que el psicoanálisis es una forma de
tratamiento del goce, de lo particular de quien se somete a un análisis, sabemos
entonces que como tratamiento es en el uno por uno que se desarrolla, sin embargo
recuerdo la cita con la que comencé acerca de la necesidad que el analista sea interprete
del horizonte de su época; a mi entender no quiere decir que se ocupe de las
colectividades, pero si que como interprete del uno por uno pueda acumular una
experiencia de eso que pasa en el contexto donde esas singularidades se causan,
es así como Lacan a partir de la noción de discurso tratará de formalizar la
estructura del ordenamiento de las colectividades.
La noción de discurso en Lacan es de finales
de los años 60, Lacan hace su seminario,
“El reverso del psicoanálisis” seguido a
los eventos de mayo del 68, y lo que pretende articular allí, ya lo han dicho todos los colegas, es una estructura que de cuenta de los vínculos
en lo colectivo, de cómo estos vínculos se organizan, se ordenan; de donde
tenemos una definición de lo que es el discurso, como la forma, el modo de
regular, de ordenar los lazos sociales. Aunque la noción de discurso es
puramente lacaniano, algo de esto leemos en el Malestar en la cultura de Freud,
donde dice que uno de los rasgos particulares de la cultura es la “el modo en
que se reglan los vínculos recíprocos entre los humanos: los vínculos sociales,
que ellos entablan como vecinos, como dispensadores de ayuda, como objeto
sexual de otra persona, como miembros de una familia o un Estado” p. 93 en el curso del seminario hemos escuchado
sobre algunos de estos discursos que
Lacan propone.
Yo no voy a profundizar en la teoría de los
discursos ya se ha dicho bastante, solamente
quiero señalar algunas características
posibles, entre otras, del discurso en que vivimos: lacan se anticipa un poco a
los efectos del capitalismo en el mundo, él lo postula en 1970, es decir hace 40
años, de modo que lo que se mostraba como el despuntar del capitalismo no es lo
mismo que vemos hoy, el capitalismo globalizado; pero lo que hizo Lacan fue vislumbrar
un poco lo que este discurso traería como efecto pues tiene una característica
particular y es que mientras los demás discursos
nombran los vínculos sociales, los ordenan, los regulan y de alguna manera los
producen, el discurso capitalista
deshace los vínculos sociales, Marcelo Mazzuca lo ejemplificó muy bien en su
conferencia pública, esto es algo
importante, para entender lo que son los posibles efectos del discurso actual en las
subjetividades.
Bien entonces partamos de la evidencia de que
nuestros vínculos hoy están causados en buena parte por el capitalismo, por el
discurso de la ciencia, de la tecnología, y esto trae una serie de
consecuencias.
Dentro de este mundo globalizado hay un rasgo evidente en las relaciones
actuales, y es el ordenamiento social que se hace alrededor de los derechos
humanos y en este marco sobre la libertad de elección; no es en vano que sea en esta época bajo estos
ideales que surgen nuevas formas del lazo sexual, ahora hay tantas
designaciones del gusto sexual, de elección sexual, o de goce sexual, e incluso
de la identidad, cuantos sujetos hay; es posible que eso que se nombra hoy con
nombres múltiples y variados existiera ya, pero bajo la egida de los derechos,
de la libre elección y del libre desarrollo de la personalidad todo esto parece
casi una pandemia, todos y cada uno reivindican su particularidad, que sabemos
es una particularidad de goce, y sabemos por Freud que la pulsión es polimorfa
y además perversa, por lo que formas de goce son tantas y variadas como los sujetos,
pero hoy todos tenemos derecho a
reclamar nuestra particularidad como
normal puesto que es aceptada (es un derecho) y un poco
empujada por el discurso social, rescato una nota de Lacan al respecto “para que algo tenga sentido en el estado
actual del pensamiento es triste decirlo, pero hace falta que se plantee como
normal…” (El saber del psicoanalista. Entrevista en el hospital Santa Ana.
Inédito 3.02.72), esto lo dice Lacan en el 72, es decir nos separan 38 años del
enunciado, es claro que tenía razón, pero lo señalo para mostrar el vinculo
necesario entre la aceptación del discurso circundante y lo normal, es decir,
lo importante no es el sujeto con su elección particular sino la opción que los
lazos sociales, dan a esa forma de elección que en nuestra época no es solo
normal, sino que hay un cierto empuje al
acto (salir del closet por ejemplo, como se llama el hecho de que alguien
declare que es homosexual) y entre los más jóvenes, no solo es normal, sino que
incluso estamos en el punto de que lo anormal sería no probar, ya no es un asunto intimo sino algo a lo que
las formas de lazo pueden empujar.
Las coordenadas de nuestra época no son las
mismas coordenadas en las que surge el psicoanálisis, ni siquiera son las
mismas de la época en que muere Lacan. Ya diez años van corridos del nuevo
siglo y es una época completamente diferente a la de fin de siglo. No se trata
hoy de la represión de la sexualidad, ni siquiera se trata hoy de la liberación
femenina en cuanto al trabajo y la sexualidad, se trata más bien de la banalización del encuentro sexual e incluso se
trata del espectáculo sexual, donde las trasgresiones están al orden del día,
la multiplicidad de practicas y una suerte de liberación sin freno, al punto
que su vuelve socialmente problemático. Al final de los 80’s parecía que el
VIH/SIDA pondrían un cierto freno a lo que se anunciaba de dicha liberación,
talvez los primeros años de los 90’ aun estaban bajo esta circunstancia, en
Colombia se establece el proyecto de educación sexual, pero a más de dos
décadas de estos hechos si siquiera la proximidad de la muerte a causa del encuentro
sexual frena este especia de liberación, esta suerte de desencadenamiento, aunque miles de personas mueren
diariamente en el mundo por una
enfermedad de la que aún no hay cura.
En las descripciones de los textos producidos
por analistas o desde el psicoanálisis se habla de la caída de los ideales, de
la perdida de punto de capiton lo que da esta suerte de liberación sin freno,
perdida de las creencias, promoción del
individualismo, globalización del mercado, de los intercambios, pero también de
las formas de goces, que ya como dije no son individuales, ni privados, sino
colectivos y públicos, de modo que nuestra sociedad es una sociedad voyerista,
que muestra y se da a ver, sin marcar los limites de lo intimo, del pudor,
tanto en materia sexual como de materia de intercambio de bienes, etc. una
época enmarcada en el derecho, derecho a gozar cada uno a su manera, esto no es
nuevo, el goce es particular, pero lo nuevo, es que eso particular del goce a
hora es publico, y en tanto publico todo es normal, lo que enmarca una
tendencia al derecho al goce cualquiera sea, pues ya ninguna particularidad
parece trasgredir el buen uso o las costumbres, sociedad basada en la tolerancia de la diferencia, empuja
entonces a tolerar el goce a cualquier precio, lo que parece aun tener limite
sería el goce de los niños, el goce sexual, o su uso de trabajo y de guerra…es
el niño, también bajo la forma del derecho el que parece producir un freno, por
lo menos, aun es mal visto gozar de un niño, la pedofilia esta en la mira de
todos, pues como goce aun hace parte de lo intimo de lo privado, de lo que
socialmente no se admite aunque se realice; casi ningún otro goce esta excluido
en nuestra época.
Todo este rodeo para señalar pues lo referido
al plano de los derechos, no solo de la
particularidad sino de la particularidad de goce de cada uno ejercida de forma
publica.
Otra característica de lo que pudiera ordenar
nuestros lazos sociales, es la tecnología que de la mano del discurso
científico nos hace vivir siempre en retrazo con respecto a los goces posibles.
Lacan llama Gadget a los objetos que nos ofrece la tecnología, Gadget de los que no se puede prescindir en la época
actual, no me voy a extender, pero un joven después de 12
años no se puede pensar hoy sin iphone, sin bakcberry, y por tanto sin
la información al día, al segundo de lo que sus 800 amigos hacen, dicen,
publican, imposible para ellos verse desprovistos de un tal objeto que parece
parte del si mismo, dime que nuevo objeto tienes y te diré, no quien eres, sino
cuanto vales, y que tan de la época eres.
Del lado de la ciencia tenemos igualmente que
estructuras como la familia se van modificando, hace poco tuve acceso al libro
de Marcela Iacub, “El imperio del Vientre” publicado en 2004 y del que tenemos una
percepción en una compilación colombiana sobre
los destinos de la familia, en el texto la señora Iacub plantea los
modelos familiares ordenados bajo la forma del matrimonio que en la época
actual cambia completamente la estructura, gracias a los avances en los que no
se requiere básicamente ni del matrimonio, ni de la concepción coital para ser padre
o madre, pues la inseminación con donante o incluso el vientre bajo alquiler
son modalidades de la maternidad y la paternidad, etc. Estos temas del cambio
en las estructuras familiares actuales están tratados en la compilación
referenciada, pero de esto quiero señalar el asunto de los efectos que tiene el
discurso actual sobre la estructura familiar, que ya no existe como la mayoría
de nosotros sin duda la vivimos, pero no solo cambia en su composición, de esto
se han ocupado algunos sociólogos, sino que básicamente apunta a un asunto con
la paternidad que para mi aun es sorprendente y por ello la cita de Lacan
aunque siendo del 38 tiene toda su vigencia pues el padre es siempre carente,
retomo una parte “ Como quiera que sea, las formas de neurosis predominantes en fines del siglo pasado son las que
revelaron que dependían en forma estrecha de las condiciones de la familia….Nuestra experiencia nos lleva a ubicar su determinación
principal en la personalidad del padre, carente siempre de algún modo, ausente, humillada,
dividida o postiza”
Tendríamos que describir muchas cosas más de
nuestro discurso actual para poder hacer una buena fotografía, pero mi interés
es señalar algunos aspectos que me
permiten adentrarme en la reflexión que propuse .
En este contexto del discurso actual vuelvo a
las preguntas: ¿Qué es una familia? En el Malestar en la cultura Freud dice la palabra “amor designa el vinculo entre varón y mujer, que fundaron una familia
sobre la base de sus necesidades genitales” p 100, pues parte del doble
fundamento de la convivencia humana: “la
compulsión al trabajo, creada por el apremio exterior, y el poder del amor, pues
el varón no quería estar privado de la mujer como objeto sexual, y ella no
quería separarse de su hijo, carne de su carne” p. 99 Derridá parece en este sentido seguir a
Freud, el se pregunta “¿a qué se llama
familia?, yo no diría sin vacilar que la familia es eterna. Lo que es
inalterable, lo que seguirá atravesando la historia es que hay, o que haya,
algo que se llama familia, un lazo social organizado en torno a la procreación”,
(Derrida Y mañana que, citado por M Izaguirre en destinos de familia. 192): si
leo bien, no importa el tipo de organización, aunque para la época en la que
escribe Freud hablamos de la familia conyugal, hombre, mujer. La definición de
Derrida plantea el mismo principio, pero aquí no importa sin son un padre y una madre. O dos
hombres o dos mujeres, una familia es el lazo que se organiza alrededor de un
hijo.
Bien, puesto que de interrogar la familia se
trata, nos toca ver lo que Lacan designa como las funciones del padre y la
madre, en “Las dos notas sobre el niño” hay unas indicaciones preciosas, de las que
quiero partir para situar bien lo que creo son efectos en los subjetividades de
los niños, de lo que ocurre con sus familias, es decir de lo que ocurre con
aquellos que se organizan alrededor del niño:
“La función de residuo que
sostiene (y a un tiempo mantiene) la familia conyugal en la evolución de las
sociedades, resalta lo irreductible de una transmisión - perteneciente a un
orden distinto al de la vida adecuada a la satisfacción de las necesidades- que
es la de una constitución subjetiva, que implica la relación con un deseo que
no sea anónimo” es decir padre o madre son tal en cuanto que su deseo no es
anónimo, no es padre o madre quien solo satisface necesidades básicas pues lo
que señala Lacan es que el asunto del
deseo está en el centro de las funciones materna y paterna.
“Las funciones del padre
y de la madre se juzgan según una tal necesidad. La de la Madre: en tanto sus
cuidados están signados por un interés particularizado, así sea por la vía de
sus propias carencias. La del padre, en tanto que su nombre es el vector de una
encarnación de la Ley en el deseo.”
Yo no se si logran seguirme pero si los ordenamientos que se dan en la
familia, es decir si en la familia también tiene efecto lo que decimos del discurso,
en ella hay unas formas particulares de ordenar los lazos y los goces posibles,
entendemos que es por lo que allí ocurre en tanto estructura amarrada al deseo;
si la familia y su ordenamiento tiene
efectos de crisis psicológica, que es la hipótesis del 38, vemos bien que en
las dos notas sobre el niño que son del 67 (creo) la hipótesis se precisa, se
afina, pero no varía, pues el síntoma del niño dice Lacan depende puede tener
dos formas, dependiendo de si se organiza como respuesta a lo que ocurre en la
pareja, es decir a ese deseo no anónimo y del amarramiento a una ley, o
dependiendo si responde como síntoma a la estructura fantasmática de la
madre; los efectos en la subjetividad
del niño dependen de lo que ocurre entonces en esta estructura.
Para continuar quiero hacer alusión a dos casos.
Trabajo en el servicio de psicología de un colegio y una profesora
nota en varios de sus niños recién ingresados a prejardin, algunas
particularidades que ella quiere ver a tiempo (todos tienen entre tres y tres
años y medio) uno de los niños que me remite dice ella parece estar en otro
mundo, ella mima a un niño con la boca abierta viendo a otro lado, un niño que
hay que tomar del brazo para que haga una actividad, que hay que traer del
recreo porque no escucha la campana y ni que decir de la clase, no habla, no
responde pero ella no sabe si es porque no le entiende, porque no oye o porque
no sabe hablar. Efectivamente veo a C. en otro mundo, esta impresión es literal, C. no responde
ninguna pregunta y cuando responde dice algo completamente incomprensible, ya
sea porque no se le entiende, habla un
lenguaje particular o porque su tono es muy bajo. Cuando veo a sus padres lo
primero que me dice el papá es que sus niños C. es gemelo
tienen un lenguaje particular con la madre, solo ella entiende a los
tres años y medio, lo que ellos le dicen, el padre me dice de forma un poco burlona, yo no creo que ella les entienda,
ellos dicen cosas incomprensibles algo así como ñañaña., pero ella les responde
de la misma manera y parece una conversación donde yo no tengo nada que ver;
cuando interrogo a la madre, ella me dice muy molesta, que sus hijos tienen
toda la vida para hablar bien, que a ella le gusta que hablen como bebés,
porque son sus bebés, le digo que imagino que son también los bebés del padre,
ella se molesta más aun, pues el padre me dice, no, solo parecen sus hijos,
mejor dicho yo no tengo nada que ver y cuando se lo digo se pone molesta así
como esta ahora, el problema es que para el colegio esto no puede continuar, la
profesora piensa que es un niño anormal, pues claro si solo habla la lengua de
su mamá…este caso no es un caso psicoanalítico, yo solo he hecho una entrevista
con los padres y una con el niño, será necesario hacer en el seguimiento del
caso para ver lo que ocurre, pero aun no siendo un caso, se ven los
significantes que allí aparecen, y donde resalto principalmente al padre por
fuera del goce que la madre instaura con los hijos, del goce de la madre que
deja a su hijo prisionero de un lenguaje que no lo ubica en el mundo de los
otros niños, más bien lo deja en otro mundo al que no hemos aun ingresado y al
que el padre lleva tres años al parecer sin lograr entrar, pero de acuerdo con
lo que nos dice Freud, sería el niño el que es llamado a renunciar a su goce, y
a la lengua materna para ingresar a la lengua del otro, y esto hace parte de la
función de la escuela, de modo que será trabajo de C., ingresar al mundo de
lo social, pues dicho ingreso implica
una relación de inclusión del sujeto con el efecto de regulación del goce,
vehiculizado en lo posible por la ley que lo separe de esta madre que goza de
la exclusividad de su hijo.
El segundo caso es de la consulta privada, la madre consulta por su
hijo de 11 años, porque tiene miedos terribles, no puede estar solo, hace
comentarios acerca del deseo de morirse o no haber nacido, en la primera
consulta me dice que no es su hijo biológico, es el hijo de su esposo en una
relación que tuvo y del que ella se hace cargo desde los primeros meses de
vida; él padre le encarga traer el niño,
el no sabría que decir a cerca de lo que
le pasa a su hijo y le encarga a la esposa de que se ocupe ella del
tratamiento, pero me hace saber que esta dispuesto a venir en caso de que lo requiera. T. en la primera cita me habla de la desobediencia y de otro niño que se
encarna en él y lo hace desobedecer, él dice que es otro, pues su propósito no
es hacer sufrir a nadie, pero parece que hay otro que se le mete y le hace
hacer cosas que él no quiere, al parecer
acoge bien lo que le explico acerca del funcionamiento del dispositivo,
porque desde la primera cita me dice ¿entonces te puedo hablar de mi papá? T. tiene la fantasía de no ser hijo de su
padre a quien sin embargo se parece mucho físicamente, pero él siente que son
tan distintos que debe pasar algo más. Es posible que él sea hijo de su tío
pues tuvo una historia con su madre biológica, esto le convendría en todo caso,
pues su tío es una persona que habla, que se deja querer, es un hombre que
tiene sentimientos, mientras que su padre en la descripción que hace de él, no
siente, por lo menos como se debe sentir a un hijo…en cambio mi mamá, si, mi
mamá si me quiere, eso es muy raro, porque yo no soy el hijo, ella no me tuvo
pero ella si me trata como un hijo…T. por desobediente se gana regaños y
castigos del padre y siempre la madre debe intervenir para que no sean excesivos,
pero siempre lo son…no le queda más remedio a T. que pensar que el nació
para hacer sufrir a su mamá, porque es el hijo de otra mujer, ósea el hijo de
un engaño ahí ya sufrió por mi ahora
sufre porque no obedezco y si no obedezco me pegan y sufre por eso…T. después de un mes de empezar su trabajo me dice que tiene mucho miedo, todo el
tiempo tiene miedo, ve cosas, oye ruidos, es como una presencia que debe ser
como el diablo, una cosa como un
espíritu, esa cosa parece anunciarle que él será malo, “ creo que eso se me
aparece para que yo sepa y pueda hacer algo, por eso tengo miedo todo el
tiempo, en la casa me dicen que son bobadas, pero te juro que lo siento, el
problema es que cuando me volteo para ver bien qué es ya se desapareció, entonces
yo a veces corro por la casa y mis papás dicen que me embobé…pero es verdad, no
tengo tranquilidad ni un solo minuto, esa cosa es como si me quisiera hacer
algo…al parecer la única solución que encuentra T. es hacer cada vez mas
consistente la fantasía de estar pegado a su mamá, para que no le pase nada. T. me cuenta en detalle y se trata más o menos de la fantasía de que los médicos
logren crear la manera de pegar a las personas, tal y como despegan a los
siameses debería haber una manera de pegar los cuerpos, por un costado, de
manera que queden con dos brazos y dos pies, para no estorbarse, pero que el no
pueda estar nunca separado de ella…el miedo cree es lo que lo ha llevado a
desear esto, bueno, es esto estar pegado de la madre o morirse, porque el miedo no es a morirse, yo
ya superé eso me dice, el miedo es a ser malo cuando sea un muchacho y la única
salvación es estar pegado a la madre.
Yo me pregunto si este miedo es lo único que lo salva del padre, del
vacío en la filiación en el que lo deja
sumido el silencio padre, no hijo biológico de la madre, hijo biológico del
padre pero no adoptado simbólicamente a falta de palabra que los una como padre
e hijo, parece ser hasta el momento la manera como T. formula algo de su sufrimiento.
No voy profundizar en los aspectos clínicos, solo traigo estas viñetas como parte de las cosas
que escucho a diario sobre el padre y que lo escucho directamente de los niños
y adolescentes, bien podría referirme a los pacientes adultos y las construcciones
que estos han hecho del padre, pero mi interés es señalar lo que un niño o un
adolescente puede decir en el tiempo
mismo en el que la estructura subjetiva sufre las organizaciones particulares que ya señalé.
Vuelvo entonces a la familia, vemos bien que
en la palabra de estos niños se relatan
los vínculos posibles más allá de los lazos biológicos, pero igualmente muestra
como cada uno en la familia se las juega en ella a partir de su subjetividad, siendo indiscutible que la subjetividad de los
padres tiene un efecto en los hijos, y me llama la atención en particular lo
que ocurre con el padre, padre excluido de la lógica del encuentro del niño con
su madre, padre no recocido como tal, por la falta de identificación del hijo
en las coordenadas de un hombre sin palabras; del padre podrían decirse muchas
cosas sin embargo creo que tanto Freud como Lacan hacen del Edipo una
estructura metafórica de las
funciones que allí se ponen en juego y en el no se trata tanto de situaciones
posibles como de la estructura en medio del cual un sujeto adviene como tal.
Del padre pueden enumerarse muchos otros aspectos fenomenológicamente, creo que
hemos escuchado ya muchas veces que la declinación del padre está en el centro
de los cambios sociales a los cuales asistimos y que ya señale la anticipación
que puede hacer Lacan sobre esto, pero en tanto estructura de la organización
subjetiva a pesar de esta decadencia del padre o de su figura los sujetos
pueden hacer algo con ello y es lo que llamamos síntoma.
Bien, la pregunta que estoy haciendo es qué efectos tiene en las subjetividades de niños y
adolescentes, el discurso actual enmarcado en la ciencia, la tecnología, el
cortocircuito con los objetos de goce, el empuje a actos sexuales por fuera de
los vínculos permanentes, etc. Una salida es el síntoma, es decir una forma de
elaboración de tramitación de lo real del goce por medio de una construcción
que encierra un sentido, creo que algunos de las palabras de Andrés lo dicen
mejor, más vale esperar en la vía del encuentro sexual, del goce sexual
resolver algo de lo que tiene que ver con el padre, Lacan, manteniendo la línea
que ubica al padre como el centro de lo
que es destituido a partir del
capitalismo, dice que a pesar de este déficit del padre hay que servirse de él,
que con Freud diríamos es tomar la vertiente del Ideal del yo. La frase de Lacan es pasarse del padre afín de servirse de él, por eso hay
adolescentes que se las arreglan bastante bien a pesar de lo convulsionado de
la época, pues la respuesta subjetiva apunta al padre, aunque este falle.
Servirse de él es hacer una elección con el significante, es decir servirse de
la ley que el padre impone para hacer un nuevo Ideal del Yo: un Nombre, una
profesión, incluso una no relación sexual homosexual, como en el caso de
Andrés, hacerse un síntoma y estar
decidido a hacer algo con él, lo que aparece como un tropiezo o un trabajo más
de la adolescencia adicional a las ya señaladas es esto de servirse del padre
en un mundo donde la función paterna está tocada. (Apuñalada)
En la época de la globalización, ¿qué lugar para el
sujeto dividido?
En el estado actual de las cosas los servicios
de psicología en cualquier institución se justifican pues parece el único lugar donde las personas
pueden venir a hablar de su división, auque sea para ligarla, para taponarla y
cerrarla con las recomendaciones, también globales y actuales de las ciencias psicológicas,
pero cuando hay una escucha diferente, cuando no hay globalización de los
males, algo nuevo parece emerger, algo de otro orden parece emerger aunque la
intensión del sujeto sea igualmente obturar su división y obturar la pregunta; una escucha diferente da lugar a ese sujeto
aun en el mundo globalizado, pero lo que me sorprende es un cierto clamor con
aires de epidemia.
En lo que va del año escolar en la institución
donde trabajo (que inicio el año hace casi tres meses) recibo a tres niños
porque se bloquean en los exámenes con lo que parece ser una crisis de
angustia, recorrer el camino que los lleva del aula a mi oficia es el ultimo
recurso, haciendo una parada en ocasiones en la enfermería porque nadie sabe
qué hacer, tal es el tamaño de la crisis,
y de la división que produce en el Otro
maestro o directivo de donde solo el espacio de psicología es posible para
contener semejantes muestras de sufrimiento; en los mismos tres meses hay dos niños de
primaria que parecen presentar una fobia escolar, entonces la crisis comienza
en casa antes de levantarse, empieza el calvario, dice la mamá de uno de ellos,
angustia, miedo, es lo que dicen los niños, tengo miedo de venir al colegio, de
entrar al salón…paso obligado antes de ir a clase el servicio de psicología
igualmente….pues no es posible al parecer enfrentar el monstruo sin pasar antes
a decirme lo que piensa, lo que siente, no sin antes llorar un rato…solo van
tres meses, no me quiero imaginar lo que va a pasar cuando avance mas el año,
pero no es solo anecdótico lo que les señalo, cada año intentos de suicidio,
medicación con antidrepresivos de un numero considerable de jóvenes entre los
13 y 17 años, crisis de angustia, ahora fobias escolares, no son ajenas a la
cotidianidad de niños y jóvenes; recurrir al psiquiatra no es la ultima opción,
en ocasiones la sensación de enloquecer, de explotar y no soportar más la vida,
el otro, la familia, es tan inminente que el psiquiatra es la primera opción, pero no para que sostenga su división
y de allí pueda emerger un deseo nuevo, no para un trabajo de análisis, sino
para que “ me de algo para soportar estar viva” me dice una joven de 17 años
que cursa grado 11º , muchos me hacen este pedido a mi también, dame algo que
me haga olvidar lo que paso ayer en mi casa,
envíame donde alguien que me pueda quitar esto que siento, alguien que
me saque del agujero negro, alguien que me haga no pensar, yo añadiría no
saber, porque a pesar de la dimensión de los fenómenos no hay pregunta posible
en la mayoría de los casos.
Me pregunto yo si es un fenómeno actual este sufrimiento casi desmedido en los más jóvenes, me
pregunto si es asunto de la edad, es decir una forma de solución bullosa por el
real de la pulsión que se impone y no hay ideales o palabras que lo sostengan, me pregunto si es asunto de la
institución…solo preguntas, muy pocas respuestas…me pregunto si es falta de
semblantes sociales o familiares que contengan el miedo, la angustia y que estos se deposite en un síntoma; el que llega un día con miedo a los dos meses
habla del aumento de peso a causa de la ingesta ansiosa de toda clase de
alimentos, pero también esta el que no come nada, y se esfuerza en las pruebas físicas
a ver si siente algo…multisintomatología?, no sabría como nombrarlo pero la
pregunta es, esta es una forma de hacerse un nombre, o una forma de funcionar
sin Otro, será un llamado al padre, será una forma de separación y tramitación
del goce infantil afincándose en un goce mortífero…. en muchos casos el cuerpo
por los excesos o los defectos no permite a los sujetos anclarse
al sentimiento de la vida; parece que el anudamiento necesario entre imaginario,
simbólico y real fallara, o fuera precario, de modo que sin haber forclusión
para no hablar de psicosis, el sujeto andará con los vínculos con el otro, con
el cuerpo y consigo mismo tan flojos que las identificaciones o el síntoma no son
posibles. Dejo esto para la discusión pues lo que me parece particular de la
época actual es que no solo niños y
adolescentes construyen fenómenos que no
llaman a ser interpretados, que no tienen una forma localizada pues los sujetos no saben si quiera decir lo que
los aqueja, parece que no hay un envoltura sintomática, sino derivas de goce,
que invaden la vida del sujeto (no solo adolescente o niño), pero que no tienen
la cobertura significante necesaria para ser interpretados y por lo tanto
parecen fuera de sentido.
Para terminar señalo una frase de Lacan en Televisión: “Los psi
–cualquiera que sean- que se dedican a esa supuesta carga (de llevar a cuestas
la miseria del mundo) no tienen que protestar sino colaborar. Lo sepan o no eso
es lo que hacen”, Los psi, colaboran con el discurso actual, ellos también
tienen remedios, curas globalizadas, el psicoanálisis aunque tiene limites
frente a las demandas sociales, por ejemplo, no tiene una posición
colaboracionista pues no es una terapéutica universal, y como forma clínica
excluye de su dispositivo a quienes se resisten al saber del inconsciente, que
en parte es lo que ocurre con las subjetividades actuales, al igual que con los
objetos de consumo, piden aunque sea a gritos el remedio ultimo, nuevo, a su
mal, que insisto no llama en las mas de las veces a ser interpretado, y el
sujeto parece no estar allí convocado., lo que para niños y adolescentes sin
embargo parece tener a veces consecuencias nefastas, pues amarrados al deseo
del otro de la familia, están igualmente gobernados por esta forma de so querer
saber que la cultura del goce les impone. Al igual que mis colegas apuesto a
que es por la vía del análisis, (aunque no únicamente esta) que el sujeto puede
asumir una posición diferente frente a los avatares de su época, haciendo un
síntoma, un síntoma con un fondo de pregunta que le permita articular a lo real
del cuerpo que se le impone la vía simbólica del encuentro con un deseo
inédito, esta es la apuesta si bien en lo colectivo se oye el clamor, de los que
no logran organizar su vida valiéndose del padre.
BIBLIOGRAFÍA
FREUD, Sigmund. Prologo a August Aichhorn.
1925. In. Obras completas. Amorrortu editores. Tomo XIX. Buenos Aires
1979.
Lacan, Jacques. Note sur l’enfant. 1969. In. Autres
écrits. Éditions du Seuil. Paris 2001.
Lacan, Jacques. Allocution sur les psychoses de
l’enfant. 1967. In. Autres écrits. Éditions du Seuil. Paris
2001.
Por: Mónica María Palacio C.
Psicoanalista (AP), miembro de la Escuela de los Foros del campo Lacaniano.
Foro Pereira.
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